El eco de la Palabra

Mª Ángeles López Romero, Directora editorial de San Pablo

No abandonemos la lectura ni dejemos morir los libros, a sus autores y al sector editorial que permite que las grandes y pequeñas historias, los más osados pensamientos y las más íntimas experiencias puedan ser compartidos y universalizados.

Decía William Nicholson que leemos para saber que no estamos solos. Leer, en mi opinión, nos permite hacer muchas cosas más. Cuando leemos, no solo conocemos otros mundos y otros tiempos, sino que aprendemos a mirar por los ojos de los otros, a sentir lo que otros sienten, a pensar que el nuestro no es el único pensamiento posible. Sí, leer nos hace mejores a poco que estemos dispuestos a ello.

Quizá el fin del confinamiento exigido para frenar la expansión del coronavirus nos haya hecho abandonar en algún rincón de la casa la lectura, en favor de las salidas, los paseos y los encuentros con la familia y los amigos. Quizá asociemos el verano a otros placeres menos introspectivos. Quizá la sobreexposición a los medios digitales de comunicación que nos han permitido mantener el contacto con los seres queridos cuando no podíamos salir de casa, nos haya hecho creer que la lectura es cosa del pasado o del futuro. Pero leer no puede ser algo ajeno a nosotros, algo complementario o subsidiario. Porque sin los libros no seríamos la humanidad y la sociedad que somos. Sin las lecturas que me han conformado y construido, yo no sería yo, tú no serías tú.

A los libros les debemos que se hayan ensanchado las paredes de nuestros hogares y se hayan abierto sus ventanas para dejar entrar vientos de libertad cuando estábamos encerrados y que llegara hasta nosotros el regusto de los abrazos que añorábamos. En ellos debemos encontrar ahora las respuestas a tantas preguntas e incertidumbres como hemos atesorado en estos meses de estupefacción que aún no han acabado. Con ellos podemos viajar al mar o a la montaña y seguir anclados a nuestras raíces y principios al tiempo que oteamos nuevos horizontes y vislumbramos nuevos desafíos.

 

Mª Ángeles López Romero, Directoria editorial de San Pablo

Somos seres sociales, sí. Pero también seres culturales. No abandonemos la lectura ni dejemos morir los libros, a sus autores y al sector editorial que permite que las grandes y pequeñas historias, los más osados pensamientos y las más íntimas experiencias puedan ser compartidos y universalizados.

Escoge dos o tres lecturas variadas y deja que te acompañen en tus vacaciones para que siga resonando en tu interior el eco infinito de la palabra, la oportunidad fértil del encuentro y el espacio dispuesto para la reflexión. Porque solo así estarás vacunado contra la soledad, la ignorancia y el miedo.

Yo ya lo he hecho. Felices lecturas.