Es la primera vez que existen dos Papas en la Iglesia: uno emérito y otro regente. Se ha pretendido enfrentarlos, y sin embargo existe entre ambos Papas continuidad y complementariedad. Como las dos caras de una misma moneda. A continuación lo exponemos en forma de Decálogo:
Papa Benedicto XVI con el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Cardinal Bergoglio en 2007
1. Ambos marcan el rumbo de la Iglesia del siglo XXI:
Benedicto XVI volvió a delimitar el «mapa de ruta» y «las cartas de navegación» (nueva evangelización). El Papa Francisco nos ha invitado a navegar (la triple conversión: personal-institucional-pastoral).
2. Ambos nos hablan de la alegría:
Benedicto XVI de «la alegría de creer y de la belleza de la fe». El Papa Francisco de la «dulce y confortadora alegría de evangelizar».
3. Ambos nos invitan a dialogar con la modernidad-postmodernidad:
Benedicto XVI, con la intelectualidad (Nietzsche, Habermas y otros pensadores). El Papa Francisco con la «modernidad de base» (cita a Bernanos y otros escritores).
El papa Francisco en su despacho en el Vaticano.
4. Ambos vuelven a los fundamentos de la vida cristiana:
Benedicto XVI, a las virtudes teologales (Fe-Esperanza-Caridad: Deus caritas est, Spe salvi, Lumen fidei). El Papa Francisco, a la espiritualidad «cotidiana» de los Ejercicios Espirituales, al Evangelio sin glosa y a la santidad de lo cotidiano.
5. Ambos son místicos y creen en la mística:
Benedicto XVI: «Solo los hombres y mujeres tocados por Dios serán capaces de abrir las mentes y los corazones de sus contemporáneos a las cosas de Dios». El Papa Francisco: «Con Cristo siempre nace y renace la alegría de evangelizar… Necesitamos evangelizadores con Espíritu».
6. Ambos recuerdan la importancia del Cenáculo:
Benedicto XVI nos invita a ser discípulos, con María, llenos del Espíritu. El Papa Francisco, a ser discípulos y misioneros; y, en el Cenáculo, fortalecer la fe, como pastores, para poder fortalecer la fe del rebaño. Es necesaria una comunión-misionera.
El papa Benedicto XVI en España (JMJ 2010)
7. Ambos hacen una apuesta positiva y propositiva del cristianismo y de una Iglesia del «sí»:
Benedicto XVI: la fe es luz, amor, esperanza. El Papa Francisco: la fe es gozo y alegría; fraternidad y entrega (más allá de lo autorreferencial).
8. Ambos inciden en la primacía de Dios y de su amor en Cristo, por el Espíritu:
Benedicto XVI: «No se comienza a ser cristiano por ideas o por ética, sino por el encuentro personal con Jesucristo». El Papa Francisco: el Señor nos ha «primereado» para encontrarnos con Jesucristo y con su amor que nos transforma. Hay que involucrarse, acompañar, fructificar y festejar.
El papa Francisco visitó el papa-emérito en su clausura (Crédito: Vatican Media/ACI Prensa)
9. Ambos proponen una Iglesia en misión, en éxodo, en salida.
Benedicto XVI: fomentando el anuncio a los alejados, potenciando el atrio de los gentiles, y la emergencia educativa. El Papa Francisco: yendo a las periferias existenciales y geográficas.
10. Ambos son «grandes párrocos» de la aldea global y desean fomentar la presencia pública del cristianismo y la dimensión socio-caritativa de la evangelización:
Benedicto XVI: urgen verdaderos evangelizadores que sean «maestros por ser testigos». El Papa Francisco: hay que descubrir el gusto de ser pueblo y estar con el pueblo (delante-en medio-detrás). Hay que dar esperanza y alegría a los más pobres, sobrantes y descartados de nuestra sociedad.
El «Día de los cuatro papas» (26 de abril 2014). El papa-emérito, Benedicto XVI, concelebró en la canonización de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII presidido por su sucesor, el Papa Francisco. (Crédito: Vatican Media)
Añado que, para los dos Papas, los nuevos cristianos deben vivir como una especie de brújula con cuatro puntos cardinales, tal y como suelo repetir a los jóvenes:
Norte: hablar de tú a tú con Jesucristo.
Sur: que Jesucristo te haya cambiado la vida.
Este: que necesites de una comunidad de hermanos en la fe.
Oeste: que seas misionero-evangelizador y mantengas un compromiso real con los más empobrecidos.