La Pastoral Vocacional tendría que referirse a todas aquellas acciones que la Iglesia realiza para ayudar a descubrir la llamada de Dios personal, a cada uno de nosotros.
La podríamos definir como el conjunto de aquellas acciones que la Iglesia realiza con el fin de que cada persona pueda descubrir a qué está llamada por Dios.
Cuando hablamos en nuestros grupos, comunidades, encuentros, actividades… acerca de la Pastoral Vocacional, siempre me asalta la misma pregunta: ¿A qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de Pastoral Vocacional? ¿Entendemos todos lo mismo? Creo que no. Por eso, me parecía indispensable que, antes de tratar otros temas, aclaremos qué significa eso de Pastoral Vocacional. Por supuesto, sin pretender, en ningún momento, dogmatizar, ni reducir este término a lo que yo creo; sino más bien, con el objetivo de aclararnos y reflexionar juntos acerca del significado de la Pastoral Vocacional. Para ello, intentemos acotar términos.
Pastoral
Por Pastoral, desde mi punto de vista, podemos entender toda aquella acción de la Iglesia, que ésta realiza en favor de un determinado sector de sus fieles, con el objetivo de acercarlos más a Jesucristo. De ahí que distingamos en nuestra acción pastoral las distintas dimensiones de la misma: pastoral de la salud, pastoral juvenil, pastoral penitenciaria, pastoral matrimonial, pastoral catequética… Entre ellas debería estar, la gran olvidada en muchos de nuestros programas, planes o itinerarios: la pastoral vocacional.
Vocación
Pero, sigamos adelante. Y eso de vocacional o de vocación, ¿qué es? La palabra vocación proviene de un verbo latino (vocare) que significa llamada. Sin embargo, vocación es un sustantivo, que a su vez debería remitirnos a la acción. Cuando en el mundo secular se habla acerca de la vocación, se refiere a aquello que uno le apasiona, le seduce, le atrae; por eso podemos hablar de la vocación a una determinada profesión, a una determinada actividad, a una determinada orientación.
Pastoral Vocacional
Uniendo los dos términos: pastoral y vocación, nos encontramos con el tema que estamos reflexionando, pastoral vocacional. Ahora sí, estamos en grado de dar una primera definición acerca de la Pastoral Vocacional. La podríamos definir como el conjunto de aquellas acciones que la Iglesia realiza con el fin de que cada persona pueda descubrir a qué está llamada por Dios. Fijaos bien, que estamos hablando dentro del ámbito de la Iglesia, por los que Dios tendrá algo que decir, ¿no? De ahí, la diferencia con la orientación profesional o académica. Porque, el verdadero quid de la cuestión en el entorno al que nosotros nos estamos refiriendo, que es el eclesial, se encuentra, en saber descubrir y discernir nuestro puesto en la Iglesia.
Por lo tanto, la Pastoral Vocacional tendría que referirse a todas aquellas acciones que la Iglesia realiza para ayudar a descubrir la llamada de Dios personal, a cada uno de nosotros. ¿A qué me llama Dios? Esa es la gran pregunta. Y todo ello sin menoscabo de los estudios, la profesión o el trabajo que cada uno desarrolla.
De ahí que la Pastoral Vocacional debiera ser el hilo conductor de cualquiera de las diversas pastorales que realizamos, debería ser lo transversal que atraviesa todas las pastorales, debería ser el centro de nuestra pastoral. Por lo que, no se trata de añadir encuentros, retiro o acciones puntuales a nuestras actividades habituales en la parroquia, comunidad o grupo, sino de lograr, precisamente que esas actividades lleven a un encuentro personal con el Maestro que nos llama a seguirle de una manera específica: sacerdote, religioso o religiosa, laico soltero o casado.
En resumen y concluyendo
Intentando responder a la pregunta que nos hacíamos al principio y sintetizando lo que hasta ahora hemos dicho, podemos concluir que la Pastoral Vocacional se refiere a las acciones que emprendemos dentro de la Iglesia, para que una persona pueda descubrir, discernir y responder a la llamada que Dios le hace para desarrollar una determinada tarea dentro de la Iglesia en favor de los hombre y mujeres de nuestro tiempo.
En nuestro próximo artículo intentaremos acercarnos a las distintas vocaciones que existen en la Iglesia y trazar un itinerario de lo que podríamos llamar una pedagogía vocacional. Hasta el próximo número.